Ante tantos equívocos en referencia a la “obediencia ciega al Papa”, que confunde a muchas personas dentro de la propia Iglesia, y que pone en boca de algunos católicos la frase de San Agustín: “Roma locuta, causa finita”, en momentos tan delicados donde se cuestiona a muchos fieles católicos estar fuera de la propia Iglesia si no se acatan todas y cada una de las cosas que el Pontífice haga o diga, ofrecemos este excelente documento que trae mucha claridad al respecto de cómo y cuándo un católico está obligado a obedecer al Papa o a los superiores.
Agradecemos una vez más al Dr. Galat y a sus colaboradores, por estos programas que tanta luz arrojan en estos tiempos de tanta confusión. Nuestro sincero apoyo y reconocimiento.